Próspera Pekin

El proyecto Próspera que se presenta en el Instituto Cervantes de Beijing y que tendrá continuidad en el MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo, a principios de 2008— se centra en el uso que el ciudadano hace del espacio público y privado, de los lugares de tránsito que adquieren nuevas connotaciones en el momento de la experiencia individual y de grupo. Consta de dos piezas relacionadas; una intervención site specific en la fachada del Instituto Cervantes y una instalación en el interior de la sala. La intervención en la calle —espacio público que se convierte en espacio poseído— se refiere al papel de la artista como "enviada" a un intercambio cultural. Carme Nogueira actúa de mediadora entre dos instituciones que la eligen como intérprete de un proceso en el que lo cultural está también marcado por lo económico, ya sea porque las negociaciones a gran escala entre países siempre son así, ya sea por la imagen popular que se crea. Consciente del carácter mercantil de las relaciones cotidianas entre países, la artista ubica frente al Instituto Cervantes un dispositivo donde reparte unas camisetas blancas de Lefties (Zara) impresas con una doble leyenda: la palabra "Próspera" —en castellano e invirtiendo las letras— se serigrafía por dentro, y el mismo vocablo aparece en chino en la cara visible. Cuando nos vestimos con la camiseta, se pueden leer ambas palabras superpuestas. "Próspera" es el nombre de un bazar chino que existe en Vigo, y se mantiene la tipografía del establecimiento en la prenda de ropa. Durante la acción se evidenciaron las diferentes implicaciones que para cada uno —la artista, los participantes— sugiere lo público. Realizada frente al edificio del Instituto Cervantes, la intervención deja como resultado una sola imagen, que se aprecia cuando dirigimos nuestra mirada a la ventana de la fachada. Funciona a modo de "falso reflejo", que se refiere a un momento concreto de la acción. La camiseta, del revés, se refleja en el “escaparate”, permitiendo al paseante leer la palabra "próspera" correctamente, como si de un juego de traducción se tratase.