En las urbanizaciones de bloques

Visita guiada en el parque Buttes Chaumont, París, 2012. A esta visita guiada le acompaña una guía.

La locución es una cita de un discurso de François Mitterand. En octubre de 1990 comenzaron las revueltas en Vaulx-en-Velin, una banlieue de Lyon, a causa de la muerte de Thomas Claudio, un joven motorista derribado en un cordón policial. Dos meses después, en respuesta al clamor de los medios de comunicación acerca del “problema de la banlieue”, François Mitterand crea el Ministerio de la Ciudad, con la intención de poner en marcha “dispositivos de solidaridad que sirviesen para la recuperación de territorios en dificultad y del acompañamiento social de sus habitantes”.

 

En las urbanizaciones de bloques (DANS LES GRANDS ENSEMBLES) from carme on Vimeo.

 

Locución:

«En las urbanizaciones de bloques, se industrializó la ciudad. Se proyectó la uniformidad arquitectónica. Se dice que rezuma aburrimiento, quizá bueno, pero también a menudo la desesperación y la revuelta5. Sin la participación más amplia de todos, no habrá identidad, no habrá dignidad, jamás habrá ciudadanía. Es necesario, en particular, que los jóvenes se apropien de sus barrios. Esto puede parecer extraño, pero habéis sido vosotros los que me lo habéis dicho. Me he esforzado por retener vuestra lección6. Aman sus barrios, no quieren cambiar de barrio, quieren que el barrio cambie. Están naturalmente vinculados al lugar, donde se han enraizado, incluso en la fealdad, el desorden y el aburrimiento. Simplemente, con la voluntad humana, la capacidad de crear, de imaginar, esperan controlar la herencia recibida. Entonces, para apropiarse de sus barrios, es necesario que tengan lugares para ellos, espacios donde reunirse. Alguien me contaba hace un rato, mientras estábamos en el tren, sobre un libro en el que unos jóvenes se encuentran bajo una marquesina, en la parada de autobús. Se interesan por lo que cada uno hace. Están allí, hablan entre ellos y, al final, eso cuaja, tienen ganas de volver a verse. ¿Por qué motivo no iban a seguir hablando… pero dónde? Dicen: “Aquí”. ¿Dónde? Bajo la marquesina, el único lugar donde nos encontramos todos los días, el único lugar de reunión del que disponemos. Este es un ejemplo significativo de las situaciones más desesperadas. Pero es importante no olvidarse de los otros, sobre todo de los más mayores, que tienen necesidad de seguridad y de lugares donde también puedan hablar entre ellos y de comenzar a construir tradiciones locales. Hay como una suerte de transmisión de la memoria de una historia naciente. Hace falta velar por preservar estas cosas.»

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